La causa Harguindeguy
Por Mario Ignacio Arcusin
En la causa que se conoce como Causa Harguindeguy, hay nueve represores imputados; 30 víctimas y
199 testigos, y se estima que se extenderá durante 7 a 9 meses.
La misma se desarrolla en la sala de audiencias de la Cámara Federal de
Apelaciones de Paraná.
Los imputados son Albano
Harguindeguy, Ramón Genaro Díaz Bessone –el único con condena hasta el
momento–, Naldo Miguel Dasso, Juan Miguel Valentino, Santiago Carlos Héctor
Kelly Del Moral (los cuatro del Ejército); Francisco Crescenzo, Julio Cesar
Rodríguez (ambos de la
Policía Federal ); Juan Carlos Mondragón y Marcelo Alfredo Pérez
(Policía de Entre Ríos).
La causa Concepción del Uruguay versa sobre lo sucedido una madrugada de
julio de 1976, cuando varios jóvenes militantes de la UES fueron detenidos,
secuestrados y torturados en dependencias de la Policía Federal de
Concepción del Uruguay.
El caso prácticamente había ido a parar al basurero de la historia. Recién
en los últimos años se ha ido construyendo una memoria en torno a este hecho a
partir de la posibilidad de recuperar los juicios por la anulación de las leyes
de impunidad.
En esa reconstrucción fue emblemática la colocación de una placa en
dependencias de la
Policía Federal , donde se designa a este espacio como centro
clandestino de detención. Eso fue en noviembre
del año pasado, con un impacto muy importante en la opinión pública
uruguayense.
En ese camino, surgió en el marco de una asamblea de organizaciones, la
inquietud de uno de los querellantes respecto de cómo denominar lo sucedido
aquella madrugada en la histórica. “Se nos ocurrió entonces llamarla “La noche
del mimeógrafo”, porque los jóvenes estaban esa noche buscando un mimeógrafo
para imprimir volantes y difundir actividades que hacían desde el Centro de Estudiantes.
Son víctimas de
los hechos que se investigan en Concepción del Uruguay son los entonces
estudiantes secundarios Cesar Manuel “La Yegua ” Román, Juan Carlos “Cacu” Romero, Víctor
Alberto Baldunciel, Juan Carlos “Changui” Rodríguez, Roque Edmundo “Pepa”
Minatta, Hugo Mario Maffei (fallecido) y José Pedro Peluffo, todos estudiantes
secundarios y militantes de la
Unión de Estudiantes Secundarios (UES), detenidos y llevados
a la Delegación
local de la Policía
Federal.
A ellos se suman
Carlos Atilio Martínez Paiva, Carlos Horacio Valente (fallecido) y Juan Domingo
Santamaría, que eran en ese momento militantes de la Juventud Peronista.
Por otra parte, Jorge Orlando Felguer y Hugo Emilio Angerosa fueron
secuestrados por efectivos del Ejército en Gualeguaychú, pero también llevados
a la Delegación
uruguayense de la
Policía Federal.
Cesar Rubén
Arrigo, Carlos María Urquiza, Héctor Raúl Respaud, Carlos Julián Cáceres, Jorge
Guillermo Aldaz y Juan Eduardo Casaretto integraban la Comisión Directiva
de la Filial Uruguay
del Sindicato de Luz y Fuerza. Fueron detenidos por Gendarmería Nacional y
conducidos también a la
Delegación de la Policía Federal de Concepción del Uruguay.
En todos los
casos mencionados, en la dependencia policial fueron privados de su libertad
ilegalmente, torturados y vejados, delitos de Lesa Humanidad por lo que se
acusa en esta causa a varios imputados que vivieron o habitan aún la ciudad.
Entre ellos Francisco Crescenso, comisario de la Delegación de la Policía Federal de
Concepción del Uruguay entre enero de 1976 y enero de 1977, que se encuentra
con arresto domiciliario y se lo acusa de ser coautor materialmente responsable
de los delitos de allanamiento ilegal de vivienda, privación ilegitima de la
libertad, torturas e integrante de una asociación ilícita.
Una de las
víctimas, Juan Domingo Santamaría, vivió algunos años en Basavilbaso y los
alumnos del viejo Colegio Nacional de comienzos de la década del ’70 lo deben
recordar como el vendedor de tortas negras caseras a través del alambrado de
calle Barón Hirsch. Se hizo muy popular su voceo de “a las petri, a las petri”,
inventado por los alumnos, y que hacía alusión a la dureza que tenían. Esta
anécdota seguramente traerá recuerdo a los que vivieron esos años en los que la
militancia política recién recomenzaba (gobierno de Lanusse) y ya se veía venir
la durísima represión que llegaría no muchos años después.
El represor Harguindeguy en sus años de poder
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