domingo, 25 de marzo de 2012

Contribuyendo con la Memoria


La causa Harguindeguy
Por Mario Ignacio Arcusin

En la causa que se conoce como Causa Harguindeguy,  hay nueve represores imputados; 30 víctimas y 199 testigos, y se estima que se extenderá durante 7 a 9 meses.

La misma se desarrolla en la sala de audiencias de la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná.

Los  imputados son Albano Harguindeguy, Ramón Genaro Díaz Bessone –el único con condena hasta el momento–, Naldo Miguel Dasso, Juan Miguel Valentino, Santiago Carlos Héctor Kelly Del Moral (los cuatro del Ejército); Francisco Crescenzo, Julio Cesar Rodríguez (ambos de la Policía Federal); Juan Carlos Mondragón y Marcelo Alfredo Pérez (Policía de Entre Ríos).

La causa Concepción del Uruguay versa sobre lo sucedido una madrugada de julio de 1976, cuando varios jóvenes militantes de la UES fueron detenidos, secuestrados y torturados en dependencias de la Policía Federal de Concepción del Uruguay.
El caso prácticamente había ido a parar al basurero de la historia. Recién en los últimos años se ha ido construyendo una memoria en torno a este hecho a partir de la posibilidad de recuperar los juicios por la anulación de las leyes de impunidad.
En esa reconstrucción fue emblemática la colocación de una placa en dependencias de la Policía Federal, donde se designa a este espacio como centro clandestino de detención. Eso fue en noviembre  del año pasado, con un impacto muy importante en la opinión pública uruguayense.

En ese camino, surgió en el marco de una asamblea de organizaciones, la inquietud de uno de los querellantes respecto de cómo denominar lo sucedido aquella madrugada en la histórica. “Se nos ocurrió entonces llamarla “La noche del mimeógrafo”, porque los jóvenes estaban esa noche buscando un mimeógrafo para imprimir volantes y difundir actividades que hacían desde el Centro de Estudiantes.

Son víctimas de los hechos que se investigan en Concepción del Uruguay son los entonces estudiantes secundarios Cesar Manuel “La Yegua” Román, Juan Carlos “Cacu” Romero, Víctor Alberto Baldunciel, Juan Carlos “Changui” Rodríguez, Roque Edmundo “Pepa” Minatta, Hugo Mario Maffei (fallecido) y José Pedro Peluffo, todos estudiantes secundarios y militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), detenidos y llevados a la Delegación local de la Policía Federal.
A ellos se suman Carlos Atilio Martínez Paiva, Carlos Horacio Valente (fallecido) y Juan Domingo Santamaría, que eran en ese momento militantes de la Juventud Peronista. Por otra parte, Jorge Orlando Felguer y Hugo Emilio Angerosa fueron secuestrados por efectivos del Ejército en Gualeguaychú, pero también llevados a la Delegación uruguayense de la Policía Federal.
Cesar Rubén Arrigo, Carlos María Urquiza, Héctor Raúl Respaud, Carlos Julián Cáceres, Jorge Guillermo Aldaz y Juan Eduardo Casaretto integraban la Comisión Directiva de la Filial Uruguay del Sindicato de Luz y Fuerza. Fueron detenidos por Gendarmería Nacional y conducidos también a la Delegación de la Policía Federal de Concepción del Uruguay.

En todos los casos mencionados, en la dependencia policial fueron privados de su libertad ilegalmente, torturados y vejados, delitos de Lesa Humanidad por lo que se acusa en esta causa a varios imputados que vivieron o habitan aún la ciudad. Entre ellos Francisco Crescenso, comisario de la Delegación de la Policía Federal de Concepción del Uruguay entre enero de 1976 y enero de 1977, que se encuentra con arresto domiciliario y se lo acusa de ser coautor materialmente responsable de los delitos de allanamiento ilegal de vivienda, privación ilegitima de la libertad, torturas e integrante de una asociación ilícita.

Una de las víctimas, Juan Domingo Santamaría, vivió algunos años en Basavilbaso y los alumnos del viejo Colegio Nacional de comienzos de la década del ’70 lo deben recordar como el vendedor de tortas negras caseras a través del alambrado de calle Barón Hirsch. Se hizo muy popular su voceo de “a las petri, a las petri”, inventado por los alumnos, y que hacía alusión a la dureza que tenían. Esta anécdota seguramente traerá recuerdo a los que vivieron esos años en los que la militancia política recién recomenzaba (gobierno de Lanusse) y ya se veía venir la durísima represión que llegaría no muchos años después.

 El represor Harguindeguy en sus años de poder

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