sábado, 24 de agosto de 2013

ENCUENTRO NACIONAL DE TRABAJADORES DE EDUCACIÓN ESPECIAL











DECLARACIÓN DE CTERA 
En conocimiento de la existencia de una presentación realizada por entidades 
vinculadas a personas con discapacidad, ante el MEN y el CFE, donde se 
cuestiona algunos aspectos de las Resoluciones del CFE N 155 y 174 y, en 
consecuencia, también de la Ley de Educación Nacional N° 26.206; los 
trabajadores de la educación, reunidos en la CTERA, en el marco del Encuentro 
Nacional de Trabajadores de Educación Especial manifestamos lo siguiente: 
Apoyamos las propuestas de política educativa contenidas en las Resoluciones 
155 y 174 del CFE , concebidas en el marco de la Ley de Educación Nacional (Ley 
Nº 26.206), una ley construida con la participación de la sociedad civil. 
Entendemos que toda normativa puede ser perfectible, porque la misma se 
produce en relación a un contexto y a un tiempo histórico determinado, porque la 
realidad social es dinámica y, mucho más, en tiempos de avances en relación a la 
constitución de derechos. 
Pensamos que una normativa marca una direccionalidad política, es una intención 
que debe construirse, no transforma automáticamente la realidad. La legislación 
educativa a nivel nacional y en algunas jurisdicciones se ha ido modificando en los 
últimos años, la sociedad en su conjunto ha participado en esta transformación, 
los avances producidos nos han permitido comenzar a despojarnos de las políticas 
educativas neoliberales y recuperar el ejercicio de un derecho fundamental. 
Rechazamos las prácticas de judicialización de la política y mucho más las 
amenazas, porque entendemos que por este camino no se transforma la 
realidad. La discusión política abierta, libre de prejuicios, con fundamentos, que analiza críticamente el presente, reconoce la historia e imagina un porvenir más 
justo es la vía para la construcción de nuevas propuestas. 
Expresamos nuestro rechazo ante el comentario prejuicioso que dichas entidades 
realizan respecto a las organizaciones gremiales. Esta actitud sin fundamento 
pone en evidencia, además del prejuicio, el desconocimiento que tienen acerca 
de las organizaciones de los trabajadores de la educación, del posicionamiento 
crítico y del conocimiento construido y de las luchas sostenidas en defensa del 
derecho a la educación del pueblo y de la escuela pública. 
Defendemos el derecho a la educación de las niñas, niños, adolescentes, jóvenes 
y adultos con discapacidad; y no los intereses particulares y corporativos de 
ninguna organización. No nos asumimos como los únicos custodios de dicho 
derecho, no somos fiscalizadores -a la distancia- de las conductas, ni aceptamos 
las prescripciones de los espacios corporativos o de los especialistas que 
prescriben el deber ser. 
Rechazamos los análisis dicotómicos y maniqueos, los que junto con la existencia 
de prejuicios, terminan confundiendo las prácticas de inclusión o de segregación 
de las instituciones educativas según pertenezcan a un determinado nivel o 
modalidad. Las miradas segmentadas, binarias, que ubican la inclusión en unas 
instituciones y la segregación en otras, no responde a la realidad compleja de las 
escuelas y no aportan al análisis del problema. Suponer que la inclusión está 
sólo en un lado y que la segregación sólo en otro; o que la instalación de dichas 
prácticas se puede producir esquemáticamente por el hecho de ser una escuela 
común o una escuela especial, es no entender la complejidad de las instituciones. 
Queremos llamar la atención respecto a las simplificaciones que se realizan en 
nombre de la educación inclusiva, que sólo reeditan una nueva búsqueda de la 
normalización de los sujetos y profundizan las formas homogeneizantes que ignoran las diferencias. El reconocimiento de las diferencias requiere de la 
existencia de distintos espacios, con lugar para distintas trayectorias, abiertas y 
cambiantes, según las necesidades, posibilidades y dificultades de cada sujeto. 
Sostenemos que la integración escolar es una estrategia educativa que sostiene y 
despliega las diferencias, no las elimina, no las reduce, ni las disminuye. Y que 
para profundizar el desarrollo de esta estrategia educativa -y sin desconocer lo 
que se ha realizado- necesitamos un mayor compromiso del Estado nacional y de 
cada una de las jurisdicciones, a través de la provisión de los recursos suficientes 
y de las condiciones materiales que se necesitan. 
Como organización de trabajadores, solicitamos al Ministerio de Educación 
Nacional y al Consejo Federal de Educación participación en las decisiones 
vinculadas a la educación especial y a la integración escolar, en todo lo referido a 
la asistencia de recursos, las definiciones de las condiciones de trabajo y las 
discusiones vinculadas a la normativa de la Modalidad. 
Finalmente, decimos que las escuelas especiales son instituciones educativas que 
asumieron la responsabilidad de educar a los estudiantes con discapacidades a 
través de distintas estrategias; y que constituyen un espacio, que no es único y 
que también es inclusivo, donde muchos sujetos encuentran la posibilidad de 
ejercer su derecho a la educación. 
CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN DE LA
REPÚPLICA ARGENTINA - CTERA - 
Buenos Aires, 9 de Agosto de 2013.- 

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